Desde 1920 hasta 1945 el criollismo había dominado en la literatura hispanoamericana, pero después de la Segunda Guerra Mundial el Cosmopolitismo lo desplazó en casi todos los países; esta corriente sigue existiendo en la actualidad. Los autores cosmopolitas se enfocan en la estética, la psicología y la filosofía, inclusive cuando trataban temas del criollismo. Los cosmopolitas se preocupan más en la fantasía, en el individuo y en la vida humana. En esta corriente se integran además otras “escuelas” con características más definidas: surrealismo, cubismo, realismo màgico y la escuela filosófica del existencialismo. La capital del cosmopolitismo se le atribuye a Buenos Aires, Argentina, gracias a Jorge Luis Borges el cuál es considerado el máximo expositor.